Sacando los tesoros que la teología entierra Luis A. Rivera Rosario, Ph. D. luis.rivera90@upr.edu // takardia@hotmail.com Desde el saque, dejemos diáfanamente claro que en este artículo no pretendo hablar en perjuicio del dogma trinitario, espina dorsal de la Iglesia Cristiana, sino plasmar para los que disfrutan estudiar la Biblia, que la hermenéutica del siglo XXI va más allá de la prosa y la poesía, de los géneros literarios, de figuras retóricas y paralelismos hebreos, y ha de considerar como puntal de referencia la historia, cultura y vida social de los pueblos circunvecinos y los no tantos, con sus vivencias, costumbres, rituales, religiosidad, mitos y leyendas. Si nos acercamos a las Escrituras con las herramientas precisas podremos hacer un trabajo interpretativo preciso. ¿Qué tendrían en común un católico, un evangélico tradicional y un pentecostal? Si les preguntáramos a qué se refiere la palabra “Espíritu” en Génesis 1,2, contestarían al unísono “al Espíritu Santo”.